El proper mes de mars comentarem el
llibre,
L´art de portar gavardina… de Sergui
Pamies.
L'art de portar gavardina' de
Sergi Pàmies: en la frontera de la
poesía
El
escritor impresiona en estos cuentos por su capacidad de observación y
expresión
·
Sergi Pàmies
En
términos estadísticos, el ciclo vital de un prosista empieza por el cuento,
prosigue con la novela y culmina en la no ficción: como si los textos breves
fueran solo un entrenamiento, como si el interés por la realidad aumentara en
la etapa final. Sergi Pàmies siguió ese patrón en los dos primeros libros de
cuentos, y también en las tres novelas que publicó entre 1990 y 1995. A partir
de entonces, sin embargo, abandonó la narración larga y ha publicado seis
recopilaciones más de cuentos -aparte de las ‘Confessions d’un culer defectuós’
de hace dos años.
La
narrativa de Sergi Pàmies se caracteriza por la síntesis precisa y la lucidez moral. Aunque su mirada está llena de compasión, la forma
en la que se expresa es de una frialdad quirúrgica. Su estilo es el resultado
de esta paradoja, que puede conducir a una comicidad no reñida con la
reflexión. La manera en que Pàmies contempla el mundo, a sí mismo y
a los que le rodean recuerda el ‘regard eloigné’ que recomendaba
Lévi-Strauss. Si toda literatura tiene un interés antropológico, en el caso de
Pàmies este interés aumenta en cada libro, como si fuera uno de los
precipitados de la experiencia.
En
los primeros cuentos, un viejo podía alquilar sus recuerdos, o un perfume podía
tener unos efectos afrodisíacos tan irresistibles que el que lo llevara
acabase, hastiado, metiéndose en un contenedor de basura. Poco a poco, sin
embargo, los protagonistas han ido pareciéndose al autor. Los últimos cuentos
se centran en la pérdida de los padres, la separación de la pareja o el
alejamiento de los hijos. Notario del malestar, Pàmies no se recrea en la
magnitud de las heridas sino que extrae de ellas una sabiduría triste e
implacable que lo convierte en uno de nuestros mejores narradores.
El
libro ‘Si menges una llimona sense fer ganyotes’ (2006) incluía un cuento que
se iniciaba con un hombre con ganas de llorar pero que se contenía hasta las
últimas líneas. En ‘L’art de portar gabardina’, uno de los protagonistas
empieza llorando y acaba fingiendo una risa. En ‘La bicicleta estàtica’ (2010),
el narrador desarrollaba una hipótesis singular: había sido engendrado cuando
sus padres acababan de ver ‘Las noches de Cabiria’, de Fellini. En el libro que
Pàmies acaba de publicar, el narrador del cuento más largo rechaza esta
hipótesis y confiesa que de pequeño pensaba que era el hijo de Jorge Semprún, a
quien la madre del autor había tratado, y con quien el padre había tenido, en
el exilio, relaciones tensas por razones ideológicas.
Como
en las recopilaciones anteriores, los
mejores cuentos son los que incorporan una carga autobiográfica. No por chisme, sino más bien porque el autor ha
tenido tiempo de desarrollar y plasmar vivencias con una sensibilidad realzada
por el oficio (los cuentos más personales no están escritos en primera persona,
pero el punto de vista es el mismo). En cuanto a los cuentos metaliterarios,
narran vivencias de un escritor, por lo que se pueden entender como una forma
de autoficción.
Al
margen del componente de verdad, tan sobrevalorado en las obras de ficción, lo
que impresiona de los cuentos de Pàmies es la capacidad de observación y, sobre
todo, de expresión, que los sitúan en la frontera de la poesía. Especialista en
ciclos de destrucción y en la evolución de las cicatrices, el autor también
cultiva el aforismo: "La paternidad es un noventa por ciento de
improvisación y un diez por ciento de pánico."
Sergi
Pàmies i López, més
conegut com a Sergi Pàmies i Bertran o simplement Sergi
Pàmies, (París, 26 de gener de 1960)
és un narrador,[1] articulista
de La Vanguardia,[2] traductor[3] i
crític de televisió català.[4] És
fill de la també escriptora Teresa Pàmies i
del polític Gregorio López
Raimundo.[5]
Fins
que va fer onze anys, Pàmies va créixer a Gennevilliers, una zona amb forta població
immigrant a la zona metropolitana de París.
Aleshores, el retorn dels seus pares a Barcelona va
fer que aprengués el català, que esdevindria la seva llengua literària. Entre
el 1979 i el 1989 va treballar com a comptable, feina que va deixar per dedicar-se
a l'escriptura tres anys després de la publicació del seu primer llibre, T'hauria
de caure la cara de vergonya (1986), publicat amb Quaderns Crema.[6] Els
reculls de contes Si menges una llimona sense fer ganyotes (2006)
i La bicicleta estàtica (2010) es van situar durant setmanes
al capdamunt de les llistes de més venuts.[7]
Els
seus contes i novel·les han
estat traduïts a set llengües,[8] entre
les quals l'alemany,
l'anglès,
el castellà,
el francès,
i el japonès.
Al català, ha traduït obres de Guillaume Apollinaire, Agota Kristof, Jean-Philippe Toussaint, Daniel
Pennac i Amélie Nothomb,
d'aquesta darrera gairebé totes les seves obres també al castellà.[5][9]Actualment
col·labora als programes Els matins de TV3, 8 al dia de 8tv i
a La Vanguardia.
Ha col·laborat a Catalunya Ràdio i
a RAC1.[10]
El
19 de desembre del 2013 el jurat del Premi Internacional de Periodisme Manuel Vázquez
Montalbán, en la vessant
esportiva, va anunciar que li concedia el guardó.[11]
·
L'últim llibre de
Sergi Pàmies, Quaderns Crema, 2000.
Si
menges una llimona sense fer ganyotes, Quaderns Crema, 2006. ISBN 978-84-7727-452-0
· Confessions
d'u
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